lunes, 11 de agosto de 2014

Poesía a mano VII


                XXXVIII

Tengo sed.
Tengo hambre.
Me miro en el reflejo de los cristales de paso.
Dibujo el contorno de la piel en los huesos.
La cintura.
Las caderas.
La cara es una sombra ya borrada.
Afortunadamente.
Tu cara me quita las ganas.
Perfilo mi silueta en el reflejo de la puerta.
Los hombros.
Los brazos.
Me trago la hiel del no deseo que te despierto.
Los labios.
La lengua.
Mi cara.
Me la toco con las manos.
Tengo sed.
Tengo hambre.
No puede ser, mujer. No le gustas.
Me retuerzo el estómago.



XXXIX

Atravieso estepas de viento.
Las ráfagas aúllan.
Sin tregua.
Camino descalza puentes inventados.
Sigo con la mirada
la hilera de hormigas sobre las tablas.
No las reconozco.
Estas no son mías.
No las nacieron mis pies.
En la mochila,
el agua de una botella para la sed,
me traslada con su sonido 
a un muelle de barcos.
Con las velas recogidas.
Es extraño.
Transitar a un paso los puertos
y a otros los páramos.
Transitar el dolor aferrada a los sueños.
Sin tregua.
Camino descalza.
Sigo con la mirada
la hilera de hormigas
que han dejado otros.



                XL

Las horas del día pasan 
entre los libros de las manos.
Y luego los días completos.
Entre el dolor de la mañana,
la desesperación de la tarde,
la tristeza de la noche.
Entre los dedos.
Acunados en la hamaca del patio,
mientras la hija ríe.
Mientras las plantas trepan el aire.
¿Acaso se acuerda alguna vez de mí?
Sacudo la cabeza.
Aprieto los ojos y los dientes.
Aprieto la garganta.
No puede ser.
No puedo imaginar lo que siente.
Si como me decía soy algo tan malo,
tan oscuro que se traga la luz,
un sumidero,
no quiero saber lo que siente.
Lo que siente. Lo que siento.
Por la mañana. Por la tarde. Por la noche.
¿Acaso se acuerda alguna vez de mí?



                XLI

He mirado a los ojos a la tristeza.
Me ha conmovido dentro.
Tanta tristeza nueva.
La he mirado,
dispuesta a encontrarle su camino.
He mirado a los ojos al apego.
Me ha provocado compasión.
Tanto apego viejo.
Lo he mirado,
dispuesta a soltarle de la mano.
Me lloro a mí misma con el cuerpo.
Con los ojos secos.
Surcando el ombligo.



                XLII

Pelo malo.
Ojo malo.
Pecho malo.
Vientre malo.
Sexo malo.
Pie malo.
Dedo malo.
Todo lo que puedo ofrecerte
es malo.
Fuera malo.
Dentro malo.
Pozo malo.
Sueños malos.
Llanto malo.



                XLIII

Te he bañado para despedirte
con un jabón nuevo 
que no huele a almendras amargas.
Te he lavado todo el cuerpo.
Con cuidado.
El pelo.
La barba.
El vientre.
Las piernas.
Los pies.
Sumerjo las manos en el agua tibia
y las dejo nadar como peces.
Cierro los ojos deseando dormir el tiempo.
Te he bañado para despedirte.
Te he ayudado a vestirte
con la camisa de rayas azules.
Te he peinado.
Te he puesto la colonia que no huele a viejo.
Te toco el cuello de la camisa.
Bien puesto.
Te beso los ojos.
Te beso la boca.
Te toco la cara y el pecho.
Sobre la camisa de rayas azules.
Planchada.
Para despedirme.



                XLIV

Te busco en las fotos
se me está olvidando tu cara.
Yo que te había elegido compañero.
De vivirnos juntos.
De reírnos juntos.
De escucharnos juntos.
De bailarnos juntos.
De caernos juntos.
De cuidarnos juntos.
De morirnos juntos.
Buen día, compañero.
Yo que te había elegido compañero,
que te aprendí los rincones
y las habitaciones vacías,
las atestadas de ídolos y máscaras.
Yo que te había elegido compañero.
Para quererte siempre.
Se me está olvidando tu cara.
De no verte.



                XLV

Ya no quiero escribirte más
esta poesía a mano.
Estoy cansada de esta boca pozo.
De ahogarme en la garganta.
De aferrarme a los barrotes.
De mirarme a los espejos.
De estas manos mordidas.
De estos pies rotos.
Estoy cansada de que me duelan los ojos
metidos para adentro.
Tengo voz.
Grito.
Voy a construirme una balsa de escape.
Con los palos atravesados en el estómago.
Amarrados fuertes.
Con los dientes.
Voy a vomitarla.
Tengo voz.
Tengo deseo.
Tengo sueños.
Grito.
Grito.
Grito.



                XLVI

Tengo voz.
Grito.
Tengo cuerpo.
Deseo.
Tengo pies.
Tengo manos.
Tengo sueños.
Grito.
Alma, mujer, alma.
Canta, mujer, canta.
Sueña, mujer, sueña.
Cuenta, mujer, cuenta.
Grita, mujer, grita.
Ríe, mujer, ríe.
Anda, mujer, anda.
Viva y desnuda.
Levanta tu casa.
Sin sombras.



                XLVII

Tengo voz.
Amo. 


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