XXXVIII
Tengo sed.
Tengo
hambre.
Me miro en
el reflejo de los cristales de paso.
Dibujo el
contorno de la piel en los huesos.
La cintura.
Las caderas.
La cara es
una sombra ya borrada.
Afortunadamente.
Tu cara me
quita las ganas.
Perfilo mi
silueta en el reflejo de la puerta.
Los hombros.
Los brazos.
Me trago la
hiel del no deseo que te despierto.
Los labios.
La lengua.
Mi cara.
Me la toco
con las manos.
Tengo sed.
Tengo
hambre.
No puede
ser, mujer. No le gustas.
Me retuerzo
el estómago.
XXXIX
Atravieso
estepas de viento.
Las ráfagas
aúllan.
Sin tregua.
Camino
descalza puentes inventados.
Sigo con la
mirada
la hilera de
hormigas sobre las tablas.
No las
reconozco.
Estas no son
mías.
No las
nacieron mis pies.
En la
mochila,
el agua de
una botella para la sed,
me traslada
con su sonido
a un muelle de barcos.
a un muelle de barcos.
Con las
velas recogidas.
Es extraño.
Transitar a
un paso los puertos
y a otros
los páramos.
Transitar el
dolor aferrada a los sueños.
Sin tregua.
Camino
descalza.
Sigo con la
mirada
la hilera de
hormigas
que han
dejado otros.
XL
Las horas
del día pasan
entre los libros de las manos.
entre los libros de las manos.
Y luego los
días completos.
Entre el
dolor de la mañana,
la
desesperación de la tarde,
la tristeza
de la noche.
Entre los
dedos.
Acunados en
la hamaca del patio,
mientras la
hija ríe.
Mientras las
plantas trepan el aire.
¿Acaso se
acuerda alguna vez de mí?
Sacudo la
cabeza.
Aprieto los
ojos y los dientes.
Aprieto la
garganta.
No puede
ser.
No puedo imaginar
lo que siente.
Si como me
decía soy algo tan malo,
tan oscuro
que se traga la luz,
un sumidero,
no quiero
saber lo que siente.
Lo que
siente. Lo que siento.
Por la
mañana. Por la tarde. Por la noche.
¿Acaso se
acuerda alguna vez de mí?
XLI
He mirado a
los ojos a la tristeza.
Me ha
conmovido dentro.
Tanta tristeza
nueva.
La he mirado,
dispuesta a
encontrarle su camino.
He mirado a
los ojos al apego.
Me ha
provocado compasión.
Tanto apego
viejo.
Lo he mirado,
dispuesta a
soltarle de la mano.
Me lloro a
mí misma con el cuerpo.
Con los ojos
secos.
Surcando el
ombligo.
XLII
Pelo malo.
Ojo malo.
Pecho malo.
Vientre malo.
Sexo malo.
Pie malo.
Dedo malo.
Todo lo que
puedo ofrecerte
es malo.
Fuera malo.
Dentro malo.
Pozo malo.
Sueños malos.
Llanto malo.
XLIII
Te he bañado
para despedirte
con un jabón
nuevo
que no huele a almendras amargas.
que no huele a almendras amargas.
Te he lavado
todo el cuerpo.
Con cuidado.
El pelo.
La barba.
El vientre.
Las piernas.
Los pies.
Sumerjo las
manos en el agua tibia
y las dejo
nadar como peces.
Cierro los
ojos deseando dormir el tiempo.
Te he bañado
para despedirte.
Te he
ayudado a vestirte
con la
camisa de rayas azules.
Te he
peinado.
Te he puesto
la colonia que no huele a viejo.
Te toco el
cuello de la camisa.
Bien puesto.
Te beso los
ojos.
Te beso la
boca.
Te toco la
cara y el pecho.
Sobre la
camisa de rayas azules.
Planchada.
Para despedirme.
XLIV
Te busco en
las fotos
se me está
olvidando tu cara.
Yo que te
había elegido compañero.
De vivirnos
juntos.
De reírnos juntos.
De escucharnos
juntos.
De bailarnos
juntos.
De caernos
juntos.
De cuidarnos
juntos.
De morirnos
juntos.
Buen día,
compañero.
Yo que te
había elegido compañero,
que te
aprendí los rincones
y las
habitaciones vacías,
las
atestadas de ídolos y máscaras.
Yo que te
había elegido compañero.
Para quererte
siempre.
Se me está
olvidando tu cara.
De no verte.
XLV
Ya no quiero
escribirte más
esta poesía
a mano.
Estoy
cansada de esta boca pozo.
De ahogarme
en la garganta.
De aferrarme
a los barrotes.
De mirarme a
los espejos.
De estas
manos mordidas.
De estos
pies rotos.
Estoy cansada
de que me duelan los ojos
metidos para
adentro.
Tengo voz.
Grito.
Voy a
construirme una balsa de escape.
Con los
palos atravesados en el estómago.
Amarrados fuertes.
Con los
dientes.
Voy a
vomitarla.
Tengo voz.
Tengo deseo.
Tengo sueños.
Grito.
Grito.
Grito.
XLVI
Tengo voz.
Grito.
Tengo cuerpo.
Deseo.
Tengo pies.
Tengo manos.
Tengo sueños.
Grito.
Alma, mujer,
alma.
Canta,
mujer, canta.
Sueña,
mujer, sueña.
Cuenta,
mujer, cuenta.
Grita,
mujer, grita.
Ríe, mujer,
ríe.
Anda, mujer,
anda.
Viva y
desnuda.
Levanta tu
casa.
Sin sombras.
XLVII
Tengo voz.
Amo.
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